domingo, 11 de marzo de 2012

LA CHICA TANDA

Su edad es un misterio, o, al menos, eso es lo que ella cree. También tiene el pelo revitalizado y libre de frizz como recién salido de la peluquería, o, al menos, eso es lo que ella cree. Entra a su casa cantando “hoy, hice arroz”, al ritmo del I’m coming out de Diana Ross, aunque haya comprado la promoción del restaurante Sarasa con el Recontracupón. Y, a menudo, sella sus frases con un remate publicitario. Es la chica tanda.
Hace un tiempo largo que descubrió su amor por la TV. Ella mira la TV un buen rato por día, aunque, en lugar de ver la programación del canal, ve las publicidades. Hace zapping pero al revés: va de canal en canal buscando la que justo está con la tanda publicitaria. Por eso, antes que ver películas en el cine –que no tiene tandas para ver-, el sábado a la noche prefiere ir al supermercado, porque, ese día, la tarjeta Risa del banco HDP le da un 2 por ciento de descuento en el quinto de cinco productos idénticos.

Con ese ahorro, ella sabe que podrá comprarse un lindo suéter color verde manzana que combinará con su falda color crudo. A lo que agregará unas botas color tiza. Porque, en ella, los colores son manila, tiza, ciruela, petróleo, melón, tomate, salmón, caqui, chocolate…

Todos tenemos algo de chica tanda pero ella lo tiene todo. Su máxima pregona que, a través de la información que le da la publicidad, puede tomar las mejores decisiones. O, al menos, eso es lo que ella cree.

Se adhirió a la TV por cable sólo cuando las empresas rompieron su promesa y empezaron a incluir tandas publicitarias en medio de su programación. No le importa la trama de la novela de turno, si, igualmente, ella puede seguirlas a través de las publicidades.

Sus actores favoritos son los que, alguna vez, fueron sinónimos de publicidades. Por eso idolatra a Susana Giménez, a Natalia Oreiro, a Pancho Ibañez, a Susana Romero, a Patricia Sarán, a Susana Traverso, a Hugo Arana, a Zulma Fayad. Pero, lo curioso, es que recuerda qué publicidades protagonizaron y qué marca vendían: Jabones Cadum, Tampones OB, La Serenísima, Jockey Club, vino Uvita, vino Crespi, Aceite La malagueña…

Se sabe todos los chistes de La llama que llama, tiene grabada la colección de las publicidades de Quilmes y siempre vio, antes que nadie, la publicidad que se acaba de estrenar.

Porque mira mucha TV. Y no sólo para comprar. Aprende mucho mirando la TV a diario. A fuerza de ver una y otra vez las publicidades, sabe que “el 80 por ciento de las bacterias no está en los dientes”, también que “si la inflamación no se va, el dolor vuelve”, sabe qué es un “Lactobacillus GG”, cómo evitar el “tránsito lento” y que lo “caro” es sinónimo de “lo mejor”.

Pero que quede claro, ella gusta de las publicidades no de la propaganda. La propaganda no le importa porque no es divertido: las elecciones son cada cuatro años o, a lo sumo, cada dos años. En cambio, las compras se pueden practicar todos los días del año. Es más, gracias a Internet, puede aplacar su abstinencia de los días feriados.

A esta altura, el lector ya habrá advertido que su sueño es protagonizar una publicidad, por eso practica todo el tiempo y, a falta de pantalla, tiene tretas para ser observada todo el tiempo. Habla fuerte, gesticula, llega tarde, siempre le ha pasado algo relevante. Porque su pasión, más que escuchada, es ser observada. Por eso, su lugar en el mundo es la TV. Allí donde existe el mute, pero no es posible apagar la imagen.

Si tuviera en sus manos el anillo de Giges, aquél que –según Platón- mediante un giro volvía invisible a su portador, lo usaría pero sólo como adorno, nunca lo giraría. Porque si algo le hace daño a la chica tanda es ser invisible ante los demás. Preferiría ser descubierta espiando antes que ponerse el casco de Hades de Perseo, subirse al avión invisible de la mujer maravilla o usar la capa de invisibilidad de Harry Potter.

Es que, para ella, la invisibilidad es la soledad misma, como alguna vez indicó Jorge Luis Borges. Por eso, tiene que brillar. Porque su brillo, en los ojos de los otros, se ve como si fuera el mejor brillo del mundo. O, al menos, eso es lo que ella cree.

5 comentarios:

  1. Bienvenidos a Blogaditos 2012! Espero que disfruten esta tercera temporada de nuestros textos que no pretenden ser más que un recreo humrístico entre tanta info que hay en la web. Saludos a todos y gracias por seguirnos!

    ResponderEliminar
  2. Seguro sabe cómo brillar con la ayuda del super gloss!!, autobronceante, shampoo, dentífrico, labrial… 24 horas garantizadas de puro resplandor!
    Muy bueno… pero seamos sinceros, quien no fue protagonista de una propaganda en la intimidad de su hogar? Jajaja Yo soy como la mujer de Truman, te hago la propaganda mientras cocino jajajajaja

    ResponderEliminar
  3. Bueno, ¿y el chico tanda? ¿No existe? Para la proxima vez .....grande Ceci.

    ResponderEliminar
  4. jajajaj a quien no se le pego alguna que otra vez alguna que otra publicidad? jaja y ni siquiera es necesario que sea una publicidad, puede ser alguna serie divertida como casados con hijos y el famoso personaje de florencia peña con moni argento y su celebres canciones! Creo que hoy todos tenemos algo de chicos/as tandas xD

    ResponderEliminar