miércoles, 8 de junio de 2011

ES PREFERIBLE REIR QUE LLORAR

Se sabe que la carcajada rejuvenece, elimina el estrés, las tensiones, la ansiedad y para algunos hasta adelgaza; mientras que, por otro lado, la cólera, la rabia, la depresión o el pesimismo favorecen la aparición de enfermedades. A pesar de eso, es más fácil hacer llorar que hacer reír. La explicación es más cultural que física: las personas lloramos por lo mismo, pero reímos por cosas diferentes.

El cine no ayuda. De las 83 películas que han sido premiadas con el Oscar a la mejor película, sólo seis son comedias. Menos aún son los premios entregados a actores o actrices con roles cómicos, sólo cuatro. Si, en cambio, salimos de La Academia y nos vamos al American Film Institute (AFI) que, en 1998, hizo una lista con las 100 mejores películas de la historia del cine, veremos que en ese centenar de películas, sólo 11 son comedias.

En la TV, las cosas no son más fáciles… lejos quedaron los tiempos en que el horario central de la caja boba lo ocupaban programas enteramente cómicos. Gracias a eso, quienes peinamos alguna cana disfrutamos del brillo de gente como Alberto Olmedo, Tato Bores, Pepe Biondi o Antonio Gasalla, todos maravillosos aun con estilos muy dispares. Y no solo en Argentina: yo, por ejemplo, he llegado a ver hasta diez veces el mismo capítulo de los Tres Chiflados, el Agente 86 o el Chavo del Ocho. Y eso que en mi infancia había sólo cuatro canales.

En teatro, ni hablar. Es cierto que hay muchas comedias en cartel, tal vez más que dramas si consideramos como humor al teatro revista. Sin embargo, las dificultades pasan por la efectividad del humor. Un actor podría soportar dignamente que ningún espectador llorara cuando él encumbra una actuación dramática. Pero es terrible hacer un chiste y que nadie se ría. ¿Cómo se sigue adelante? Imposible. Los premios, igual, se los llevan siempre las obras dramáticas.

Lo mismo ocurre en literatura. De los más de cien premios nobel a la literatura que han sido entregados, no hay ninguno entregado por un libro puramente humorístico. Hay premios a poetas, filósofos y a escritores dramáticos, épicos e historiadores. Pero no a humoristas. Como consuelo, en los fundamentos de los premios, la palabra sátira aparece una vez, con George Bernard Shaw, y la palabra humor, dos: Sinclair Lewis fue reconocido por sus “personajes creados con ingenio y humor”, y con John Steinbeck , la Acadamia sueca destacó que “incorpora un humor simpático”. Tres de 108.

Ajenos a todas esas cuestiones, hay quienes insistimos en el intento de provocar la risa. Y sí, tal vez el drama “garpe” más que la comedia, pero la risa siempre será más: riendo, hasta se puede llorar de risa, pero nunca alguien va a reír de llanto.

Los chicos, los mejores

Para entender el humor, tal vez sea menester ligarlo al asombro o a la simpática sorpresa. En este sentido, los mejores comediantes son los chicos que, con sus ocurrencias absolutamente racionales, provocan nuestra risa. Como cuando Matilá, después de escuchar que la TV, antes, se veía en blanco y negro, le preguntó a su abuela si era porque las cosas y las personas antes eran en blanco y negro. O como cuando Gonzapó dedujo que si el dentista era el doctor de los dientes, el oculista debía ser el doctor del culo.

O cuando Milugí, a los tres añitos, tras observar por largo rato cómo su padre leía el libro “Código da Vinci”, le preguntó: “¿Cómo podés leer un libro si no tiene dibujitos?”. O el caso de Juliál que, viajando en un colectivo, tras preguntarle a su abuela por una “señora gorda” y escuchar que “no era gorda sino que estaba embarazada”, preguntó seguidamente si el hombre que estaba, entonces, al lado de ellas también estaba embarazado.

O, por ejemplo, el caso de Martifré que cierta vez, cuando esperaba el resultado de una placa radiográfica que le habían hecho de su bracito, escuchó que su mamá le dijo: “cruzá los dedos porque me parece que, de acá, nos vamos con un yeso”. Segundos después, vino el médico y les anunció: “bueno, hay que hacer un yeso por un mes”. Inmediatamente, Martifré miró a su madre y le reprochó: “¡pero si yo crucé los dedos!”.

Estas son unos pocos ejemplos de la asombrosa facilidad de los niños para observar el mundo y cuestionarlo usando el más puro razonamiento. Tal vez, tantos años de imperfecto razonamiento, en cambio, nos lleva a los grandes a pensar de manera distorsionada. O, simplemente, anulamos nuestra curiosidad, nuestra capacidad de sorprender y sorprendernos, e, incluso, de reírnos.

Por eso, a pesar de que los premios estén imantados a los dramas o a la épica, las carcajadas deberían ser, necesariamente, más sonoras que los lamentos, y los “Ja Ja Ja” deberían ser mucho más frecuentes que los “sniff”.

12 comentarios:

  1. Bueno, hemos llegado al primer año de vida. en estos doce meses de vida, hemos tenido más de cuatro mil visitas al blog y casi cuatrocientos comentarios. Por eso, quiero agradecer a todos los que ingresan y participan con sus comentarios. Muchas gracias a María que es quien ha hecho este maravilloso y colorido diseño gráfico que ustedes ven, y a todos aquellos que contribuyen con sus historias y opiniones para que este blog no sea únicamente la forma de ver el mundo de una única persona. Gracias a todos. Y vamos por más!

    ResponderEliminar
  2. Feliz primer año de vida Blogaditos!! Felitaciones Cecilá por haber preservado la curiosidad, la capacidad de sorprender, la de reír y la de hacer reír. Un abrazo!!! MARIA (la del diseño colorido)

    ResponderEliminar
  3. Feliz cumpleaños Blogaditos!!! Qué lindo es leerlos, compartirlos y hacer de este espacio un lugar para pensar y para reír... nada de llorar!!!:)
    Gabriela

    ResponderEliminar
  4. Uy! a pedido de la del diseño colorido acá les van dos de mis favoritas con mi hijo Alejo (hay miles!!)
    En el vacunatorio...
    Te felicito mi amor! qué valiente sos!!
    No sooooy valieenteeee! no ves que estoy llorandooo???
    jajaja
    y la mejor de todas:
    Má, sabés qué quiero ser cuando sea grande??
    No, qué?
    Heladero! pero heladero de los de la playa eh? mirá cómo me sale: HAY CHUUUROOS!! HAY PALITO BOMBÓN HELADO HAY CHUUURROOOSSSS!!

    ResponderEliminar
  5. Por eso soy tan flaco y me dan 19 años ja!

    ResponderEliminar
  6. feliceeeeeeeeeeeeeeeeeeee cumpleañossssssss...................los chicos son sin ninguna duda los comediantes numero uno......son los artisssssta numero uno.Es increible, cro que uno de los ultimos programas humorista, de tipo gionado, con un humorista REAL, mas alla del gusto de cada uno, fue PONE A FRANCELLA, aunque mo se!!! muchos ja ja ja ja por el cumpleaños y un snif porque tengo un año mas y uno menos para seguir disfrutando de blogaditos. graciass totales!!!!! DIEGO MATTO

    ResponderEliminar
  7. FELIZ CUMPLEAÑOS BLOGADITOS!!! FUE MUY LINDO COMPARTIR LOS BLOGADITOS DURANTE ESTE AÑO. FUERON TODOS MUY BUENOS. ¡POR ALGO LO SIGUEN EN TANTOS Y TAN LEJANOS LUGARES! EL ÚLTIMO ESTÁ RE BUENO. RECUERDO QUE CUANDO TU HERMANO Y VOS ERAN CHICOS TENÍAN MUCHAS SALIDAS DE ESE ESTILO.NUEVAMENTE FELICITACIONES Y HASTA EL PRÓXIMO BLOGADITO.

    ResponderEliminar
  8. Muy buenos los blogaditos. Los sigo siempre. Saludos y felicidades: les deseo muchos más años de vida!!!

    ResponderEliminar
  9. Gracias Mari, gracias Gabriela, gracias Alemó, gracias Diego y gracias Luis. Muchas gracias a todos los que ingresan, estamos cumpliendo un año con cantidad de visitas record para el Blog, gracias a todos ustedes.

    ResponderEliminar
  10. Los niños refutan con candidez los truculentos argumentos que ponemos para explicar las cosas más simples de la vida.
    con respecto a Blogaditos, el mérito no es llevarnos a la carcajada, sino mantenernos en el estado de gracia de la sonrisa. Te felicito Ceci, ya propósito, ¡donde están los grandes?. yo no vi ninguno. patri

    ResponderEliminar
  11. Nahuel (3 año): Mami, por qué papá está llorando, le pegó la tele? (después del partido de River).
    Mami: Sí, Náhue, le pegó, pero no en la cabeza, en el alma.

    ResponderEliminar
  12. Buenísimo!!! Luigi.

    ResponderEliminar