sábado, 7 de mayo de 2011

MI PARAGUAS TIENE VIDA

Cuando yo era chica, los días de lluvia no se anunciaban, se pronosticaban, que para mi cabeza de infante no era lo mismo. La tele decía: “mañana lluvia” e, irremediablemente, el sol rajaba la tierra. Mas cuando pronosticaba día soleado, podía caer sapos del cielo. En realidad era una lotería. Gracias a la tecnología, eso cambió y, hoy, es más común que el “chico que habla del clima” sea más certero. Pero, lo que no cambió, al menos en mi vida, es el hecho de que, tanto antes como ahora, yo no uso paraguas.

Ellos lo saben: el paraguas ya, de por sí, es un objeto molesto. Los hay pequeños, plegables, esbeltos, distinguidos, estampados, sobrios, de vivos colores, para parejas y hasta para mascotas. Pero, de todos modos, molestan. Tan es así que no conozco persona alguna que no haya perdido alguna vez un paraguas en su vida, dejándolo olvidado en algún lugar.

Porque, salvo los que van ajustados con una vincha a la cabeza, te demandan el 50 por ciento de la atención manística disponible: es decir, una mano, algo terrible para el caso de las mujeres que, además, deben llevar la cartera, el maletincito para poner todo lo que no entró en la cartera, la bolsa con lo que acaban de comprar (sí, en días de lluvia también se hacen compras) y las llaves, porque no entran en los bolsillos del saquito de moda y, perdidas en la cartera, cómo haríamos para barajarlas bajo la lluvia. Imposible.

Además, justo cuando se los necesita, uno se da cuenta de que está roto. O hay tanto viento que se da vuelta. O no se abre cuando bajamos del colectivo. O no se cierra cuando subimos. O se abre cuando creímos haberlos cerrado, incluso dentro de la cartera o de la bolsa en la que fue metido.

Todo esto sucede porque en algún lugar de su ser inanimado existe una porción de materia en el paraguas que puede pensar, que puede sentir y que puede actuar. Sí, leyó bien, el paraguas tiene vida. Y, lógico, una vida de porquería. Guardado todo el tiempo en un cajón o en un armario, cuando no encerrado en un estuche, a oscuras, la mayoría de ellos atados, sin poder respirar. En el mejor de los casos, dentro de un paragüero, pero a la buena de Dios si el dueño tiene perros o gatos.

Y, cuando se lo requiere, es para exponerlo a la caída libre de agua que, de arriba hacia abajo, lo castiga con punzantes latigazos. Yo también me revelaría.

Es más, si le tocó salir de su encierro y, finalmente, no fue necesario su uso, seguramente su dueño lo dejará olvidado en el primer lugar en el que lo apoye. Yo también me revelaría.

Para peor, sus dueños no solo pierden noción de su existencia cuando no lo usan, tampoco lo incorporan cuando sí los usan y, al portarlos, los estrellan contra todo lo que pase: paredes, techos bajos, otros paraguas, caras de otras personas… Yo también me revelaría.

Ellos lo saben, saben de nuestro desprecio, saben que preferimos la capucha de la campera o del impermeable, saben que nos fastidian los paraguas propios, pero más aun los ajenos que, amenazantes, vienen conducidos por gente que, por tener la cabeza bajo del paraguas, ¡no ve! Y es, entonces, cuando ellos toman el control y nos acosan con sus puntas, como lanzas, o con las varillitas odiosas que, además, mojan.

A estas conclusiones llegué un día cuando en plena charla con mi paraguas, me di cuenta de su enojo porque no me respondía. Se hacía guiños con el piloto, pero a mí no me respondía.

Entonces, decidí no usarlo más. Al fin y al cabo, el paraguas es un objeto individualista y egoísta, un objeto más de diferenciación de las clases sociales que, con en sus ansias de protagonismo, le quita a la gente la posibilidad de relacionarse con la lluvia.

Y a quien argumente que la lluvia moja, le diré que más moja el paraguas ajeno o el auto que pasa rápido por arriba de un charco. Y, además, sépanlo, aquél que no se haya empapado alguna vez, pero bien empapado, se está perdiendo una parte importante de la vida.

Por eso, hasta que no inventen el paraguas musicalizado, con micrófono y wi fi para conectar el celular, con una tela que permita cubrirnos del agua pero también ver al que viene de frente, uno que, a la vez, tenga una manija que se lleve solo, desprenda buen aroma y responda a nuestro mandato de voz (abierto… cerrado… música… calladito… más alto… más bajo), yo no voy a usar más paraguas. Salvo que, un día de estos, el paraguas me hable y me pida acompañarme.




17 comentarios:

  1. un objeto que nació destinado a ser extraviado, lleva encima un profundo rencor social!

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  2. un dia venia de la facultad de Lomas de Zamora, VENIA CON PARAGUAS, y apenas lloviznaba. Me baje del colectivo en puente 12 y ya no lloviznaba. Caminando apuradito por el mistico puente, paso una camioneta por un charco y me mojo integro de frente ( a mi y a las carpetas), bue segui caminando empapado en un mar de puteadas, cuando blommmmm, otra camioneta me mojo de ESPALDA...... Suerte que llevaba ropa extra , por circustancias que no van al caso y a las 11 de la noche pedi permiso en el destacamento policial y me cambie.
    Pd. cuando sali del baño habia tres policias armados hasta los dientes esperandome pidiendome documentos, como si fuera Ben Laden.........Conclusion......fuckin paraguas!!! soy Diego matto

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  3. y a los nenes les resulta superdivertido... un objeto que casi le piden a Papá noel hasta que un día alguien los deja chapotear bajo la lluvia de verano e inmediatamente después de eso se suman a la idea de que es un tipo entrometido, desubicado y molesto!! pobre paraguas... yo creo que lo más lindo de la lluvia es verla caer.. y el tipo no te deja!!

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  4. Cómo me hiciste reir!!!!
    Recuerdo recital d los Red Hot... LLovia!!!! (pero mal!)Entre al super, compré una camiseta(oferta), un par d medias y agarré un par d bolsitas d verduleria... Tenia sólo impermeable...
    Qué hice? Me abrigué un poco, me puse medias secas, bolsitas y medias arriba pa q no se me salgan...
    Joya! y sin paraguas!!

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  5. Quién molesta más, el paraguas o la lluvia. Yo sé que la lluvia es necesaria y que puede inspirar a muchos, pero yo soy muy poco romántico. Prefiero el sol. Tapoco uso paraguas. Tambén perdí no uno, como mil paraguas. Por eso no uso, los perdí a todos.

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  6. Yo no los pierdo, ellos me dejan. Una vez viajaba sentado en el colectivo, la punta del paraguas apoyado en el piso del bondi. El paraguas se quedó allí, quietito, no se movía, ni respiraba, todo para que yo me olvidara de su existencia. El estaría pensando bajito: “que me olvide, que me olvide”. Y así fue, lo olvidé. Pero al pisar la calle y antes de que el colectivo cerrara su puerta, pude escuchar un grito: “¡al fin!”.
    Aun no sé por qué me dejan.

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  7. ES CIERTO TENÉS RAZÓN AL DECIR QUE EL PARAGUAS ES UN POCO ANTIPÁTICO, PERO A VECES, CUANDO LLUEVE FUERTE Y ESTAMOS EN PLENA CALLE,BIEN QUE LE AGRADECEMOS,QUE NOS PROTEJA AUNQUE SEA UN POQUITO.YO USO PARAGUAS Y TAMBIÉN PIERDO ALGUNO QUE OTRO.TAMBIÉN RENIEGO DE ELLOS CUANDO ESOS IMPORTADOS DE CHINA QUE VENDEN EN LA CALLE Y QUE A VECES COMPRAMOS DE APURO SE DAN VUELTA JUSTO CUANDO LLUEVE MÁS FUERTE.PERO HAY ALGO QUE NUNCA HICE "HABLAR CON MI PARAGUAS". LA PRÓXIMA VEZ QUE LLUEVA LO VOY A INTENTAR ASÍ ME ENTERO QUE PIENSA DE MÍ.MUY BUENO EL BLOGADITO. ME GUSTÓ MUCHO.

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  8. Gracias Diego por la historia y Gaby por la visión materna, bienvenidos! Siempre comentan por Facebook, esta vez, dieron el salto. Maru, Maru... si hay un lugar en donde se viven intensas "mojaduras" es la cancha. También tengo varias experiencias de haber sido "pasada por agua", incluso con Juan. Gracias!
    Muchas gracias a los anónimos, y una palmada en la espalda para quien lo dejan los paraguas. Saludos a todos y muchas gracias.

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  9. Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ m a r i a Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ23 de mayo de 2011, 9:14

    Yo no uso paraguas por el mismo motivo q no manejo: soy muy torpe y temo por la vida ajena(o al menos el ojo ajeno). Pero me gusta viajar en auto, si me llevan y si alguien usa paraguas y gentilmente "me lleva" bajo el suyo, acepto. Mientras no inventen ese paraguas ultramoderno que imaginaste, Cecilá, yo seguiré usando paraguas con chofer!!! . Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ m a r i a Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ .

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  10. Muy bueno el blogadito! Creo que no hay nada mejor que caminar bajo la lluvia, sobre todo cuando ya estoy llegando a mi casa… me encanta cruzar la plaza bajo el agua, aunque diluvie.
    Intente usar paraguas en algún tiempo pero desistí, uno de mis últimos intentos fue en Ciudad Universitaria, una noche salía del pabellón 3, estaba en medio de la nada y hasta llovía desde abajo, era imposible zafar… solo una burbuja podía hacer que no me mojara en esos momentos!
    Creo que se debería prohibir el uso de ese objeto, o al menos podrían venir con un instructivo de uso! Es imposible caminar por la calle los días de lluvia, me molestan mucho los que van con paraguas debajo de los techos, y lo peor son los portadores de sombrillas de sol, adaptadas para el agua, que ocupan el ancho de la vereda y cuando no llueve las ponen recostadas sobre el cierre de sus maletines ocupando, ahora, casi el largo de la vereda!
    Por favor… juntemos firmas para que deje de fabricarlos!

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  11. Gi, ya estamos juntando firmas para que, al menos, fabriquen paraguas con puntas redondeadas. Y, así como hay autos con alarmas para guiar al conductor cuando va a estacionar, quién te dice, algún día, podamos tener paraguas con alarmas de cabezas ajenas.
    Mari, sé de tus habilidades y destrezas corporales, no te minimices. Ahora, si lo hacés por vaga, tenés mi pleno apoyo!

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  12. Es verdad, los paraguas no son solo un objeto, quizas tengan alma o de alguna manera logran una conección telepatica con su dueño, hace algunos años viaje a Mar Del Plata en micro y como era invierno y el pronostico era lluvioso decicí llevar el paraguas, a desgano para ser honesto,lo guarde en el estante que esta arriba del asiento y después de 6hs de viaje obviamente quedó olvidado en el estante, yo lamente un poco la pérdida pero pense es algo reemplazable y, a pesar de que era uno de los buenos y caros , sabia quen podia comprarme otro, lo increible y sorprendente fue que cuando volvi para Bs As. compre el pasaje en la misma empresa y al subir al coche tuve una sensación como de reencuentro, y así fue, me asomé al estante y ahi estaba, mi paraguas negro, mango de madera y punta de metal, ese dia entendi que hay algo mas, una conección de algún tipo, que siempre hay un paraguas para cada persona esperando, desde ese dia para mí dejo de ser un simple objeto de una sola función y pasó a ocupar un lugar en mi casa y mi vida.
    Como siempre me gustó el blogadito, saludos y besos.
    Gabisa

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  13. Cómo me acordé de vos en estos días. Perdí el último paraguas que tenía, en plena lluvia. Se me retobó, parecía un indignado de España: se me dio vuelta y, ante mi insistencia, se me voló. Yo lo vi, por un instante, libre, volando con el viento, feliz te diría... hasta que lo pisó un colectivo. Murió feliz, creo.

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  14. Gracias Gabisá. Muy bueno lo tuyo! Bueno, tu comentario viene a dar por tierra respecto de que todos los paraguas nos rechazan: al mens ços hay un caso en el que no fue así.

    Gracias Luis, ja ja! Bueno, fue un guerrero que murió en pleno servicio! Saludos.

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  15. Yo tengo una historia particular: Te llevo? me digo un joven de traje en medio de una lluvia al verme empapada y sin paraguas. Sí, le dije yo. Cinco años después, nos casammos. Para mí, estuvo bueno no usar paraguas. Saludos!!!

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  16. Una noche y no de lluvia el paraguas nuestro paraguas prestó una gran utilidad. estaba colgado en una pared del patio y resultó que pasó por alli una de esas horribles criaturas (para suavizar digamos ratita). que pasó? al golpearla con algún objeto no me acuerdo que, cayó dentro del paraguas, y que hicimos? lo tiramos al suelo y lo pisamos un rato, luego lo llevamos a la vereda y tiramos su contenido en el agüita de la calle (ella estaba muertita!!!) NO ESTUVO BIEN PERO NUESTRA ANSIEDAD POR DESPRENDERNOS DE ELLA, nos hizo actuar asi, y ahora que hacemos? el paraguas era nuevo, no importa!! lo dejamos estacionado al lado de un árbol.
    Quienes pudieron tener esta experiencia?? te lo imaginás seguramente. chau Pili Pili besos.

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  17. Muy bueno!!!!! jajaja me hiciste reír! no conocía este blog, me encantó. Te dejo un link, la chica del post tiene un pelo que capaz te pueda ayudar con el pronostico! jaj

    http://ciruelacosmica.blogspot.com.ar/2013/03/mi-pelo-anuncia-el-estado-del-tiempo.html

    Saludos!!!
    Dario

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